domingo, 6 de noviembre de 2011

Lastres...poetasdelbarrio!

Poetas del barrio,
Que se suben y se bajan.
Describiendo sociedades,
Como quien describe paisajes,
Mares sin finales,
En camas sin comienzos.
Poetas del barrio,
Que suben haciendo,
Una visita a todas,
Vuestras toallas de verano.
Qué bonito vuestro barrio,
Nunca conoceréis el nuestro,
Algún día nosotros creeremos
Que existe...
Pero en este momento seguimos,
Caminando,
Anotando los comienzos,
Dibujando nuestro camino,
Poetas del barrio no
Te ha decepcionado...
Te ha descrito felicidad...
De momentos,
Instantes miradas,
Que apuntan a Ítaca,
No la hemos visto,
Pero nuestro barrio,
Ya la está sintiendo.
¿En nuestro corazón?
el barrio,pero...
Gracias por traerme,
Por ser un caminante,
Pero no un camino....

DyM

1 comentario:

  1. Mi cuna estaba adosada a la biblioteca,
    Babel sombría, donde novela, ciencia, fábula,
    todo, la ceniza latina y el polvo griego,
    se mezclaban. Yo era alto como un infolio.
    Dos voces me hablaban. Una, insidiosa y firme,
    decía: «La Tierra es un pastel lleno de dulzura;
    yo puedo (¡y tu placer será entonces sin límite!)
    despertarte un apetito de igual tamaño.»
    Y la otra: «¡Ven!, ¡oh, ven viajero en los sueños,
    más allá de lo posible, más allá de lo conocido!»
    Y ésa cantaba como el viento de los arenales,
    fantasma quejumbroso, venido no se sabe de dónde,
    que acaricia el oído y sin embargo espanta.
    Yo te respondí: «¡Sí, dulce voz!» De entonces
    data lo que se puede, ¡ay!, llamar mi llaga
    y mi fatalidad. Detrás de los decorados,
    de la existencia inmensa, en lo más negro del abismo,
    veo distintamente mundos singulares,
    y, víctima de mi clarividencia extática,
    arrastro conmigo serpientes que me muerden los zapatos.
    Desde este tiempo, igual que los profetas,
    amo tan tiernamente el desierto y el mar:
    desde entonces me río en los duelos y lloro en las fiestas,
    y encuentro un gusto suave al vino más amargo;
    tomo muy a menudo los hechos por mentiras,
    y, con los ojos en el cielo, me caigo en los agujeros.
    pero la voz me consuela diciendo: «Conserva tus sueños;
    ¡los cuerdos no los tienen tan bellos como los locos!»

    Charles Baudelaire
    Las Flores del Mal

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